jueves, 31 de marzo de 2016

UN ADIÓS

El tiempo pasa, y atrás quedaron aquellos días felices en los que gozaba con el estallido de su risa, carcajadas de felicidad que juntos compartían. Apenas puede sentir ya la presencia de su espíritu, tan distante, tan lejana…., el viento resuena y le susurra al oído que hace tiempo se fue, y su ausencia se acomoda entre su pecho y su espalda, tirando con fuerza de sus entrañas le recuerda el sabor de la soledad, agrio, amargo, con tintes de acidez; pobre corazón….. triste, herido, camina solitario de nuevo, a la deriva, con la mochila cargada de dulces recuerdos, aquellos con los que ella la llenó antes de marchar…., y correría sin dudarlo una vez más con tan solo una palabra, tal vez sin necesidad de ella, tan solo con un gesto, una mirada bastarían para entregarle el alma de nuevo en un instante.

Traicionado por su memoria apenas podía recordar la última vez que la tuvo entre sus brazos; confundido por el dolor de su ausencia percibía el aroma de su piel a su alrededor; su piel…… aquella que un día fue suya……, cada rincón, cada centímetro le habían pertenecido y los restos de su imagen, la que tan bella recordaba, se perdían una y otra vez en el desierto árido de su pensamiento.

Remontar esa tristeza, superar esa ruptura, su mayor deseo; recuperar la ilusión, comenzar de nuevo, otras vivencias, otra experiencia, otro amor……., quizás le hicieran olvidarla. Amor….., su amor y el dolor de una pérdida unidos le desgarraban sin remisión. Su recuerdo lo más bello, cabello dorado, ojos inocentes y esa piel clara….. con la suavidad del rocío y la esencia de la lavanda al amanecer.

Pasarán los días, tal vez muchas noches, quizás demasiadas primaveras y su recuerdo se perderá una tarde de verano entre las sombras de una encina, tal vez ese día, cuando despierte…… ella le habrá dejado para siempre.