...Desperté temprano aquella mañana de Domingo; el cielo, algo plomizo, amenazaba lluvia; aquellos recuerdos no cesaban; era el primer día, del día después, del principio de un sentimiento de vacio, que duraria varios años; miles de imágenes cruzaban en mi interior, tantas y tan dispersas que no podía centrar mi atención en una sola... esa tortura no cesaba...; no me resignaba a su ausencia... tal vez porque en días como este, sentía el calor de sus brazos, no me conformaba con haberle perdido. El amor duele cuando se va sin avisar, cuando da un portazo a tus espaldas, cuando cierra para no volver a respirar tu aliento una vez más; el desamor se clava.... y esos recuerdos otra vez.... el susurro de su voz al despertar, sus caricias suaves, sus manos calientes, ese abrazo en momentos de ternura.... mi alma llora su ausencia, ahora siento soledad. Soledad que estremece, que te hace enmudecer.... sientes miedo....miedo al vacio, de ti mismo y el silencio es tortura, te aprieta, aprovecha ese momento para gritarte más fuerte... para romperte por dentro.
No temas.... vuelve a empezar.....la vida continua y con ella renacen nuevas ilusiones. No es lo mismo.... ya lo sé.... pero ayuda y a veces reconforta. La soledad no siempre viene sola, a veces llega acompañada de la esperanza y suelen acomodarse en tu regazo; un consejo..... a esta última no la dejes escapar...
