viernes, 11 de noviembre de 2016

ANSIEDAD

Miedo al miedo; a ese instante en el que no es ni él mismo; ve, lo que no se ve, siente lo que no existe y un solo deseo…. , huir, correr, no parar hasta el infinito, sin rumbo fijo, sin objetivos, correr por correr; perdido, lastimado por la fuerza de un ciclón interior que le quema, es ardiente; le invade, es un torrente de energía; su corazón latiente, en guardia, no descansa; cuerpo que tiembla, gélido sentimiento. Pecho disparado, desbocado; siente miedo, miedo al miedo, pánico, vergüenza, cobardía, y se refugia en si mismo, buscando respuestas; fuerza vital que acelera sus sentidos y pregunta, y no encuentra; este laberinto de sudor frío controla sus sentidos, no cesa; acabará llevándose sus fuerzas, le dejará tendido hasta el espasmo, otra batalla perdida en esta guerra cruel. Se atrincherará de nuevo, acechante, vigilando de cerca a su enemigo, brutal, despiadado que aparece sin avisar, que le invade, le llena de calor, culebritas en su interior, le expulsan de su realidad por unos segundos; tiempo de espera, interminable; pasará de nuevo, se irá y será él mismo otra vez. Se recuperará, sí, y volverá a empezar…., cansado…., más débil si cabe, pero esperanzado de vencer en la próxima contienda. Se hará fuerte, no dejará que avance, el terreno es suyo, es su vida, su cosecha y en definitiva, su propia libertad.